Hanói, Vietnam - Un gesto de la primera dama francesa, Brigitte Macron, hacia su esposo, el presidente Emmanuel Macron, al momento de bajar del avión presidencial en Hanói, ha provocado controversia en redes sociales. En el video viral, captado por cámaras oficiales, se ve cómo Brigitte extiende su brazo y, con una mano, aparta el rostro del mandatario en un movimiento rápido que muchos interpretaron como un "quita".
Las imágenes, difundidas ampliamente en X (antes Twitter) y TikTok, han sido usadas para alimentar teorías sobre una supuesta crisis personal o de salud del mandatario francés. En respuesta, el presidente Macron se pronunció directamente, asegurando que el video es auténtico pero que ha sido sacado de contexto. “Se trató de una broma entre nosotros. Mi esposa me estaba molestando justo antes de un acto oficial.
El momento fue captado durante su llegada a Vietnam como parte de una gira oficial por el Sudeste Asiático. Aunque no hubo ninguna reacción visible de incomodidad por parte del presidente en el video, el movimiento fue interpretado por algunos usuarios como una expresión de tensión. Esto encendió especulaciones que, según voceros del Palacio del Elíseo, buscan “sembrar dudas sobre la estabilidad de la presidencia”.
Inicialmente, el equipo de comunicación del Elíseo evitó referirse al video. Solo cuando la atención mediática creció, un vocero del gobierno confirmó su autenticidad y lo calificó como un gesto privado sacado de contexto. 
"Se trató de una interacción cotidiana que está siendo explotada con fines políticos", aseguró.
El asunto escaló hasta incluir acusaciones por parte de la presidencia francesa hacia grupos de desinformación, en particular perfiles identificados como vinculados a intereses rusos. "Se detectó una amplificación artificial del contenido desde cuentas que han participado en campañas similares contra líderes europeos", indicaron desde la oficina presidencial.
Este no es el primer episodio en el que Macron es blanco de campañas virales. En abril de este año, se difundió un video manipulado donde se insinuaba que el presidente francés consumía drogas mientras viajaba en tren rumbo a Kyiv. La grabación fue desmentida rápidamente, pero también atribuida a operaciones de manipulación en línea, presuntamente dirigidas desde el extranjero.
La secuencia en Hanói, aunque breve, se suma a los desafíos de comunicación que enfrenta el gobierno francés en medio de una agenda internacional intensa. Mientras Macron busca consolidar alianzas en Asia, desde París se monitorea el impacto de este tipo de episodios en su imagen pública.
