Barranquilla – En una jornada vibrante y llena de emoción rojiblanca, Junior de Barranquilla remontó 2–1 al Atlético Bucaramanga en el estadio Metropolitano, consolidándose como líder único del campeonato en el marco del Día del Hincha Rojiblanco y los 101 años del club.
Desde temprano, el estadio se vio colmado de hinchas que disfrutaron de presentaciones artísticas, un ambiente festivo y la primera aparición de Michelle Char como Reina del Carnaval 2026. La expectativa de la afición se centraba en una victoria que coronara la celebración, generando un ambiente de gran energía en las tribunas.
El primer tiempo mostró un trámite parejo. Junior intentó imponer su estilo: presión alta, circulación rápida del balón y amplitud por los costados. Sin embargo, Bucaramanga se defendió con líneas compactas, ganó duelos en la mitad del campo y dificultó la creación de espacios para el conjunto local. Aunque Junior dominó la posesión, las oportunidades de gol fueron limitadas. Bucaramanga, por su parte, apostó por transiciones rápidas con Faber Gil y Fabián Sambueza, incomodando constantemente a la defensa rojiblanca.
El equipo dirigido por Alfredo Arias buscó constantemente variantes tácticas para abrir la defensa visitante. La incorporación de jugadores rápidos por los costados y la búsqueda de triangulaciones cercanas al área rival mostraron la intención de Arias de mantener la ofensiva fluida, mientras reforzaba la presión en medio campo. En la primera mitad, los centrales y laterales de Junior estuvieron atentos a las salidas de Bucaramanga, anticipando pases y bloqueando remates con precisión.
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El segundo tiempo cambió el ritmo del encuentro. Al minuto 54, tras una falta dentro del área sobre un jugador de Junior, el árbitro José Ortiz pitó penal. Guillermo Paiva asumió la responsabilidad, pero su remate se desvió por el costado izquierdo, provocando frustración entre la afición. Este momento marcó un giro en la dinámica del partido, dando oportunidad a Bucaramanga de adelantarse y buscar su gol.
Cinco minutos después, Bucaramanga aprovechó un contragolpe bien elaborado. Faber Gil recibió un pase filtrado y definió con un remate cruzado al minuto 59. El gol fue revisado por el VAR por una posible mano de Fabián Sambueza, pero finalmente se convalidó, generando tensión en las gradas. La jugada mostró la capacidad de reacción de Bucaramanga y la necesidad de Junior de ajustar marcas y presionar más arriba.
Con el marcador en contra, Junior adelantó líneas y aumentó la intensidad en la mitad del campo. Los mediocampistas ganaron segundas pelotas y empezaron a inclinar la cancha. Las bandas se movieron con mayor profundidad, permitiendo centros peligrosos hacia el área rival. Bucaramanga intentó contener la presión, pero cedió terreno y quedó expuesto ante la constante ofensiva del Tiburón.
La insistencia dio frutos al minuto 87, cuando José Enamorado fue derribado dentro del área por Leonardo Flores. El árbitro señaló penal, y Steven “Titi” Rodríguez convirtió el empate con un potente remate al ángulo derecho, desatando la alegría en el Metropolitano. El gol evidenció la capacidad de Junior de mantener la calma bajo presión y la importancia de la experiencia de Rodríguez en momentos decisivos.
En tiempo de reposición, al minuto 90+7, Enamorado fue nuevamente derribado por Flores dentro del área. La acción derivó en la expulsión del defensor y un nuevo penal para Junior. Esta vez, la ejecución fue efectiva, asegurando el 2–1 definitivo y coronando la remontada. La coordinación del equipo, la precisión de los pases y la concentración de los delanteros fueron clave en los últimos minutos.
La Reina del Carnaval 2026, Michelle Char, celebró el triunfo entre tamboras, mezclándose con la hinchada y haciendo vibrar el estadio con su energía. Al término del partido, bromeó con la frase popular barranquillera: “la salada no era yo”, celebrando la primera victoria del equipo con su presencia y contagiando entusiasmo a todos los presentes.↙️
Además del resultado, Junior mostró un equilibrio notable entre defensa y ataque. Los cambios estratégicos realizados por Arias, incluyendo la entrada de mediocampistas de corte ofensivo y laterales de proyección, permitieron sostener la presión hasta el final y asegurar la posesión en momentos cruciales. Los números respaldan esta actuación: el equipo tuvo un 58% de posesión, cinco tiros al arco efectivos y varias jugadas de peligro que exigieron al arquero visitante, Aldair Quintana.
Con esta victoria, Junior se consolidó como líder absoluto de la Liga Betplay, sumando puntos vitales como local y manteniendo su invicto en el Metropolitano. La reacción del equipo refleja carácter y determinación, respaldada por el apoyo masivo de la afición. Este triunfo también refuerza la confianza de jugadores clave, como Enamorado, Rodríguez y Sambueza, quienes mostraron liderazgo dentro del campo.
En contraste, el técnico de Bucaramanga, Leonel Álvarez, cuestionó decisiones arbitrales durante el encuentro: “El segundo penal me pareció simpático… que se vaya el VAR justo en el penal. Un partido así no se puede jugar sin VAR”, comentó en rueda de prensa, expresando la molestia de su equipo ante las determinaciones del árbitro. Sus declaraciones reflejan la tensión que generó la remontada y la intensidad del encuentro.
Junior ahora se enfoca en mantener el liderato y enfrentar los próximos compromisos con confianza, mientras la afición celebra una remontada que refuerza la unión entre club, ciudad y cultura deportiva. La victoria ante Bucaramanga no solo suma puntos, sino que fortalece la moral y la cohesión del grupo, factores esenciales para sostener un rendimiento constante en la Liga.
Las redes sociales reflejaron la euforia de los hinchas: fotos, videos y comentarios sobre el desempeño del equipo y la celebración de la Reina del Carnaval se multiplicaron, consolidando el ambiente festivo y deportivo de la noche.
Junior mira hacia adelante con la misión de mantener el liderato y sostener el rendimiento en los próximos partidos. El compromiso del equipo con su afición quedó demostrado en una noche en la que el fútbol, la fiesta barranquillera y el sentimiento rojiblanco se mezclaron para dar lugar a una remontada memorable.